+ Imágenes del III conversatorio en el marco de la Exposición Museable/No Museable/ HMAV
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lunes, 25 de noviembre de 2013
martes, 19 de noviembre de 2013
domingo, 17 de noviembre de 2013
Texto de Rodrigo Figueroa
En respuesta al texto de Jose Omana:
Ahora los escuálidos sí van al museo --Gracias a un experimento de Carmen Hernández--
Escribo solo algunas notas que de seguro adolecen de la serenidad requerida para hablar de este proyecto con amplitud y que también sigue generando acontecimientos y actualidades. A pesar de eso hay varias certezas que lo rodean.
De lo que escribes, lo estimulante está en que partes de una preocupación sobre lo que ocurre en Venezuela y que abarca al arte producido y difundido acá.
Que creo, no se limita al espectro específico de una exposición o de las acciones de historiografía marginal del arte venezolano. Ese interés es el que en una primera instancia considero importante ya que es el motor del aparato crítico y productivo que mueve al arte. Revelando también, que hay una opinión y expectativas para con algo.
Sobre las opiniones, en lineas generales, creo que no deben ser imparciales ni despolarizadas; no creo en la despolarización como ideal para el ejercicio del pensamiento y acción de vida, la neutralidad total no responde a la conformación social ciudadana y política real. Las opiniones, más aún si emanan de un interés colectivo, deben fundamentarse y defenderse, defenderse bien. Creo que el problema no es la opinión polarizada o parcializada, el problema está en no someterla a la revisión, sin confrontarlas, ni contrastarlas, por ello le atribuyo a la dialéctica su capacidad como proceso ampliativo y constructivo, así toque discurrir entre pétreos maniqueísmo.
Esa amplitud brindada por el debate de ideas, es la del territorio del conocimiento como tu lo denominas. Un territorio que no debe cercarse, limitarse ni condenarse a estrechos linderos. He allí el problema. Tienen que generarse canales de encuentro para las posiciones diversas, más aun si se trata de abordar al arte que transita sobre parámetros soportados por la subjetividad. No exigiría la despolarización, al contrario exigiría el debate y las revisiones de esas ideas. Lo que se percibe en este momento es la fragmentación auspiciada por el desencuentro que deriva de la política partidista actual. Que lleva al silencio, a la oscuridad y desconexión en estrechas parcelas cuando más nos urge revisar el patrimonio de la creación artística venezolana, que es también reflejo de lo que pensamos como nación, y para ello, amplio debe ser el territorio o continente que lo abarque.
El solo hecho de ser legitimas las aspiraciones que sustenten cualquier opinión, así sean polarizadas y hasta destructivas; evidencian el pulso del arte, que como organismo casi siempre es esquivo o inaprensible. Su pulso al menos es una prueba gratificante de que está dando signos de vida en este país; y sihistoriografía (cosa que todavía no me siento con licencias de atribuirle) tuviera un sentido, es el de participar en el espacio en el cual habita el arte en la actualidad para evidenciar rasgos de su condición actual.
Como puede ocurrir en muchos casos lo realizado se erige con una autonomía que rebasa la lectura de las figuras que conforman su contexto (reproduzco un fragmento de un decálogo que leí recientemente hecho por Lucas Ospina dice: "7. La lectura de una obra de arte tiene solo tres enemigos: el artista, el crítico y el espectador - intente por un breve momento no ser uno de ellos-" (Una historia crítica en ocho capítulos y medio 2008) y en este caso son muchas las cosas que no se han premeditado abarcar y llenar aunque si gravita la noción de lo que no se es.
Aunque creo que es evidente, te lo ratifico: No somos ni pretendemos ser una propuesta historiográfica. Eso si, con los contenidos tratados circulamos como tejido en datos existentes que refieren al arte venezolano, pero sin recurrir sistemáticamente a estos, sin aspirar el rigor del método, ni la permanencia teórica en el tiempo y su pertinencia científica y social, que reviste a una Historiografía con la H mayúscula. Que tu, como aprecio en lo que escribes, esperas ver en forma de nuevo canon o paradigma. Nosotros optamos por la inmediatez de comunicar el dato hallado en un contexto en el que el patrimonio de nuestra memoria esta desperdigado en retazos dispuestos en la oscuridad. Ademas sobre un país que en su infraestructura más básica se muestra inestable. (y allí están, desde nuestras bibliotecas con sistemas ineficientes para hallar sus contenidos, los escasos centros de documentación, los museos -caso GAN- que tiene personal insuficiente, sin una línea de teléfono ni página web institucional, con vigilantes que el jueves no cumplieron con la labor más elemental de cuidar la integridad de una obra de arte, en donde se confunden obras planas con afiches y que permiten los saqueos que mencionas, infraestructura que abarca desde la luz que se va, el agua que todavía es racionada en muchos lugares, la harina de maíz que cuesta encontrar).
Lo decía el jueves. Estando en la Reveron veía a estudiantes que tuvieron su primer encuentro con Obregon (1946-2003) por el fanzine que se repartía allí y por los versos de Alfred. También otras, muy cercanas y con trayectoria amplia, que se enteraban en una conversación gestada por los integrantes del proyecto, de que este año (2013) hubo la primera gran retrospectiva del mismo artista y que no asistieron por desconocimiento, o desinterés, por lo que ocurre en el otro extremo de la ciudad, de vislumbrar las dimensiones de la brecha y permitirse cerrar los ojos cuando más nos urge observarnos.
Sobre esa brecha, quizás bruscamente, informalmente, casi siempre motorizados por un devenir que cuestiona cualquier capitalización teleológica fija, hemos ido al recinto donde se difunde el arte con la estrategia del espejo, del grito, de la improvisación a irrumpir en el silencio mortuorio, en la brecha; como acción contingente.
En la marcha creo avizorar hacia donde no se debe ir pero no puedo apelar a una directriz ya que tampoco funcionamos como colectivo con vocería única ni pensamiento centralizado. Cosa que bajo una noción cognitiva concebida territorialmente me resulta interesante en lo particular, porque la descolocación, la desterritorialización tiene sus ventajas para el ejercicio crítico y no condiciona el flujo de las actividades emprendidas en una sola dimensión.
Reitero, este proyecto opta como estrategia, a la acción contingente, pretendiendo abordar, emplazar al silencio o brecha que rodea a las instancias en las cuales circula el arte. En esa brecha, en ese silencio en el cual espero que tu y otros también empiecen a aportar datos e información con escritos en sus respectivos blogs o trincheras de opinión. Espero profundices sobre Reverón y su condición de antropólogo burgués y discrepes de lo que Boulton nos legó, así como muchas otras visiones y estudios que aún faltan.
No representamos a ningún poder y me cuesta creer que nos considerarían abanderados de intenciones hegemónicas, de ser así, dudaría de inmediato de la seriedad y capacidad de los mismos así como de los alcances de su hegemonía. Hemos estado en Periférico Caracas, la ONG la GAN sabiendo que el destinatario y la escena de fondo, es el arte venezolano hecho y soportado por personas venezolanas o no, con buenas intenciones o sin ellas, competentes o no, contradictorias y coherentes, politizados o no, pero que han dejado algo acá. Algo que omitimos o sumergimos en el pantano de la amnesia.
Mi escuela de artes, que es tuya también, no contempla a nuestros artistas, no produce textos críticos para nuestra actualidad o pasado próximo, muchas personas que construyeron los museos y la infraestructura institucional están fuera del país y con ellos el testimonio de lo que se hizo y cómo.
Creo que hay que aprovechar la existencia de espacios de arte contemporáneo y esperar que perduren y se reproduzcan; que hayan museos eficientes que hagan su labor responsablemente, que funcionen iniciativas y centros culturales públicos, privados, individuales, colectivos, comunitarios que auspicien la circulación del arte. Un esfuerzo particular como Tráfico visual busca informar y acudir a la actualidad del arte contemporáneo en Venezuela y la región, agradezco su existencia porque representa un perfil informativo que no existía. Esperaría más espacios en donde se pueda confrontar sobre lo que se enseña en las universidades, se expone y sus contenidos.
Sobre tus opiniones hacia nosotros, considero que son las más afectadas de la osadía del desconocimiento. Evidencian la ignorancia de las trayectorias biográficas y del desarrollo y temática de los trabajos artísticos de cada una de las individualidades que conforman a Historiografía. Si antes hubieras hecho el ejercicio de revisión de esas trayectorias, fuera de un estrecho cerco donde las certezas son las sombras de los prejucios, creo que tu sentido común te hubiera alertado de lo categóricas y desproporcionadas que son. En eso hay que ser cuidadoso porque son las cosas que no hablan bien de un investigador, un teórico o una persona que pretenda impulsar discursos sólidos con bases solidas.
Lamento que ese estrecho cerco tampoco te haya permitido llegar a la GAN donde creo que pudiste compartir algunas experiencias y visiones. Esa ausencia te hace en buena medida contribuyente de la brecha existente que he descrito. Brecha que es también silencio.
Ese silencio que nos rodea solo señala el desencanto por restituir una amplia memoria colectiva, un silencio que resulta desolador e infertilizante.
allí comienza historiografía
Rodrigo Figueroa HMAV
Que creo, no se limita al espectro específico de una exposición o de las acciones de historiografía marginal del arte venezolano. Ese interés es el que en una primera instancia considero importante ya que es el motor del aparato crítico y productivo que mueve al arte. Revelando también, que hay una opinión y expectativas para con algo.
Sobre las opiniones, en lineas generales, creo que no deben ser imparciales ni despolarizadas; no creo en la despolarización como ideal para el ejercicio del pensamiento y acción de vida, la neutralidad total no responde a la conformación social ciudadana y política real. Las opiniones, más aún si emanan de un interés colectivo, deben fundamentarse y defenderse, defenderse bien. Creo que el problema no es la opinión polarizada o parcializada, el problema está en no someterla a la revisión, sin confrontarlas, ni contrastarlas, por ello le atribuyo a la dialéctica su capacidad como proceso ampliativo y constructivo, así toque discurrir entre pétreos maniqueísmo.
Esa amplitud brindada por el debate de ideas, es la del territorio del conocimiento como tu lo denominas. Un territorio que no debe cercarse, limitarse ni condenarse a estrechos linderos. He allí el problema. Tienen que generarse canales de encuentro para las posiciones diversas, más aun si se trata de abordar al arte que transita sobre parámetros soportados por la subjetividad. No exigiría la despolarización, al contrario exigiría el debate y las revisiones de esas ideas. Lo que se percibe en este momento es la fragmentación auspiciada por el desencuentro que deriva de la política partidista actual. Que lleva al silencio, a la oscuridad y desconexión en estrechas parcelas cuando más nos urge revisar el patrimonio de la creación artística venezolana, que es también reflejo de lo que pensamos como nación, y para ello, amplio debe ser el territorio o continente que lo abarque.
El solo hecho de ser legitimas las aspiraciones que sustenten cualquier opinión, así sean polarizadas y hasta destructivas; evidencian el pulso del arte, que como organismo casi siempre es esquivo o inaprensible. Su pulso al menos es una prueba gratificante de que está dando signos de vida en este país; y sihistoriografía (cosa que todavía no me siento con licencias de atribuirle) tuviera un sentido, es el de participar en el espacio en el cual habita el arte en la actualidad para evidenciar rasgos de su condición actual.
Como puede ocurrir en muchos casos lo realizado se erige con una autonomía que rebasa la lectura de las figuras que conforman su contexto (reproduzco un fragmento de un decálogo que leí recientemente hecho por Lucas Ospina dice: "7. La lectura de una obra de arte tiene solo tres enemigos: el artista, el crítico y el espectador - intente por un breve momento no ser uno de ellos-" (Una historia crítica en ocho capítulos y medio 2008) y en este caso son muchas las cosas que no se han premeditado abarcar y llenar aunque si gravita la noción de lo que no se es.
Aunque creo que es evidente, te lo ratifico: No somos ni pretendemos ser una propuesta historiográfica. Eso si, con los contenidos tratados circulamos como tejido en datos existentes que refieren al arte venezolano, pero sin recurrir sistemáticamente a estos, sin aspirar el rigor del método, ni la permanencia teórica en el tiempo y su pertinencia científica y social, que reviste a una Historiografía con la H mayúscula. Que tu, como aprecio en lo que escribes, esperas ver en forma de nuevo canon o paradigma. Nosotros optamos por la inmediatez de comunicar el dato hallado en un contexto en el que el patrimonio de nuestra memoria esta desperdigado en retazos dispuestos en la oscuridad. Ademas sobre un país que en su infraestructura más básica se muestra inestable. (y allí están, desde nuestras bibliotecas con sistemas ineficientes para hallar sus contenidos, los escasos centros de documentación, los museos -caso GAN- que tiene personal insuficiente, sin una línea de teléfono ni página web institucional, con vigilantes que el jueves no cumplieron con la labor más elemental de cuidar la integridad de una obra de arte, en donde se confunden obras planas con afiches y que permiten los saqueos que mencionas, infraestructura que abarca desde la luz que se va, el agua que todavía es racionada en muchos lugares, la harina de maíz que cuesta encontrar).
Lo decía el jueves. Estando en la Reveron veía a estudiantes que tuvieron su primer encuentro con Obregon (1946-2003) por el fanzine que se repartía allí y por los versos de Alfred. También otras, muy cercanas y con trayectoria amplia, que se enteraban en una conversación gestada por los integrantes del proyecto, de que este año (2013) hubo la primera gran retrospectiva del mismo artista y que no asistieron por desconocimiento, o desinterés, por lo que ocurre en el otro extremo de la ciudad, de vislumbrar las dimensiones de la brecha y permitirse cerrar los ojos cuando más nos urge observarnos.
Sobre esa brecha, quizás bruscamente, informalmente, casi siempre motorizados por un devenir que cuestiona cualquier capitalización teleológica fija, hemos ido al recinto donde se difunde el arte con la estrategia del espejo, del grito, de la improvisación a irrumpir en el silencio mortuorio, en la brecha; como acción contingente.
En la marcha creo avizorar hacia donde no se debe ir pero no puedo apelar a una directriz ya que tampoco funcionamos como colectivo con vocería única ni pensamiento centralizado. Cosa que bajo una noción cognitiva concebida territorialmente me resulta interesante en lo particular, porque la descolocación, la desterritorialización tiene sus ventajas para el ejercicio crítico y no condiciona el flujo de las actividades emprendidas en una sola dimensión.
Reitero, este proyecto opta como estrategia, a la acción contingente, pretendiendo abordar, emplazar al silencio o brecha que rodea a las instancias en las cuales circula el arte. En esa brecha, en ese silencio en el cual espero que tu y otros también empiecen a aportar datos e información con escritos en sus respectivos blogs o trincheras de opinión. Espero profundices sobre Reverón y su condición de antropólogo burgués y discrepes de lo que Boulton nos legó, así como muchas otras visiones y estudios que aún faltan.
No representamos a ningún poder y me cuesta creer que nos considerarían abanderados de intenciones hegemónicas, de ser así, dudaría de inmediato de la seriedad y capacidad de los mismos así como de los alcances de su hegemonía. Hemos estado en Periférico Caracas, la ONG la GAN sabiendo que el destinatario y la escena de fondo, es el arte venezolano hecho y soportado por personas venezolanas o no, con buenas intenciones o sin ellas, competentes o no, contradictorias y coherentes, politizados o no, pero que han dejado algo acá. Algo que omitimos o sumergimos en el pantano de la amnesia.
Mi escuela de artes, que es tuya también, no contempla a nuestros artistas, no produce textos críticos para nuestra actualidad o pasado próximo, muchas personas que construyeron los museos y la infraestructura institucional están fuera del país y con ellos el testimonio de lo que se hizo y cómo.
Creo que hay que aprovechar la existencia de espacios de arte contemporáneo y esperar que perduren y se reproduzcan; que hayan museos eficientes que hagan su labor responsablemente, que funcionen iniciativas y centros culturales públicos, privados, individuales, colectivos, comunitarios que auspicien la circulación del arte. Un esfuerzo particular como Tráfico visual busca informar y acudir a la actualidad del arte contemporáneo en Venezuela y la región, agradezco su existencia porque representa un perfil informativo que no existía. Esperaría más espacios en donde se pueda confrontar sobre lo que se enseña en las universidades, se expone y sus contenidos.
Sobre tus opiniones hacia nosotros, considero que son las más afectadas de la osadía del desconocimiento. Evidencian la ignorancia de las trayectorias biográficas y del desarrollo y temática de los trabajos artísticos de cada una de las individualidades que conforman a Historiografía. Si antes hubieras hecho el ejercicio de revisión de esas trayectorias, fuera de un estrecho cerco donde las certezas son las sombras de los prejucios, creo que tu sentido común te hubiera alertado de lo categóricas y desproporcionadas que son. En eso hay que ser cuidadoso porque son las cosas que no hablan bien de un investigador, un teórico o una persona que pretenda impulsar discursos sólidos con bases solidas.
Lamento que ese estrecho cerco tampoco te haya permitido llegar a la GAN donde creo que pudiste compartir algunas experiencias y visiones. Esa ausencia te hace en buena medida contribuyente de la brecha existente que he descrito. Brecha que es también silencio.
Ese silencio que nos rodea solo señala el desencanto por restituir una amplia memoria colectiva, un silencio que resulta desolador e infertilizante.
allí comienza historiografía
Rodrigo Figueroa HMAV
sábado, 16 de noviembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
CONSERVATORIO/CONVERSATORIO/MUSEABLE/NO MUSEABLE/HMAV Galeria de Arte Nacional. Jueves 14 de Noviembre 2013
CONSERVATORIO/CONVERSATORIO/MUSEABLE/NO MUSEABLE/HMAV
Galeria de Arte Nacional. Jueves 14 de Noviembre 2013
Albeley Rodriguez
Franklin Sanchez
Galeria de Arte Nacional. Jueves 14 de Noviembre 2013
Albeley Rodriguez
Qué sucedió anoche en el conversatorio? Hubo reflexiones interesantes, intervenciones confusas, catharsis, acciones de estudiantes de arte (algo agresivas contra las obras expuestas, que ellos aún no parecen conocer y menos valorar) con necesidades muy visibles de formación, pero que preferían echarse a dormir en medio de la sala que escuchar para poder debatir. Aunque estuve presente en casi toda la actividad, no pude quedarme a la parte en la que cristalizaría la idea de Juan Carlos Rodriguez Torres en la que nos organizaríamos "para asumir las tareas que se desprendan de tal conversatorio". Aún esto parece lejano, casi imposible. No creo que lo que está ocurriendo en las instituciones encargadas de cubrir las carencias, programar y fortalecer el campo de las artes visuales y con la regulada participación de los creadores en este país sea responsabilidad de una sola persona, somos corresponsables de que el poder de algunos se haya perpetuado y de que prime la falta de transparencia con respecto a las decisiones y a cómo se gastan el dinero de todos los venezolanos basados en criterios ligeros y llenos de frivolidades (el comité de adquisiciones de la FMN es un ejemplo insospechado y lamentable de esto). Por otro lado, creo que ninguna discusión de las que se planearon para el conversatorio debería ser calificada de "estúpida" pues del tema de los curadores se desprenden problemas que tienen que ver con la administración del estado con respecto a las artes visuales contemporáneas, y si lo descalificamos de entrada negamos algunas posibilidades de encontrar salidas a esta crisis que se proyecta más allá de nuestro grupete del campo del arte. Lo que ocurre es apenas un síntoma de la falta de valoración que le damos a la cultura (más allá del folcklore), lo que repercute en la anulación de ciertos derechos ciudadanos. Mientras el gobierno predica la lucha contra la corrupción, contra la especulación, contra el maltrato y explotación de los trabajadores, contra el enriquecimiento de "la burguesía parasitaria", en el campo de la cultura (al menos el de las artes visuales) se aupa todo esto campante: explota a sus trabajadores (mientras en el ministerio se burlan de sus reclamos), negocian la adquisición de piezas de amigos personales y descartan propuestas como la adquisición Vota Vaso Basura de Diego Barboza con argumentos asombrosamente laxos, se aprueban exposiciones y otros eventos gracias a conexiones extrañas, se desconocen las programaciones de los museos (a lo interno de la institución incluso) y durante el año se le resta presupuesto a lo planteado por los equipos de investigación para alimentar actividades de los amigos que van llegando, etc. La organización sería la única alternativa, pero entre egos y cobardías, la veo bastante difícil.
Franklin Sanchez
Caracas, 14 de noviembre 2013
PRONUNCIAMIENTO
Sumergidos en una parálisis, en una desarticulación y una suspensión de todo el sistema de nuestras prácticas inherentes al campo cultural artístico, en especifico el de artes plásticas y visuales, realidad innegable a todas luces. Proponemos debatir abiertamente sobre el rol del Estado y sobre la institucionalidad cultural, su pertinencia como impulsor de nuevas formas de conocimiento, de pensamiento y de acción. Proponemos analizar, reflexionar y debatir sobre el rol del Museo como autoridad legitimadora y su reto contemporáneo como hecho comunicativo en la producción de conocimiento. Proponemos reflexionar sobre el sentido y la significación del valor simbólico de los bienes culturales en la Venezuela actual. Nos pronunciamos a favor de dar continuidad al debate, la reflexión, el análisis crítico y sobretodo propositivo entorno a las políticas culturales inherentes a todo el sistema de producción, proyección y formación del campo cultural artístico de las Artes plásticas y Visuales, propiciados en el marco de la exposición: Museable / No Museable. Historiografía Marginal del Arte Venezolano; Galería de Arte Nacional. Nosotros artistas plásticos, visuales, colectivos organizados, artistas docentes, investigadores, críticos de arte, curadores y todos aquellos que operamos dentro de este campo cultural, asumimos las contradicciones, los sinsentidos y apostamos por superarlos, asumimos la responsabilidad de participar orgánica y activamente del diseño y la puesta en práctica de políticas coherentes consustanciadas con nuestra realidad, en procura de la sana convivencia y a favor del desarrollo pleno de todas nuestras potencialidades que logren impactar de manera fecunda toda la estructura bio/socio/cultural de nuestro país.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Entrevista a la curadora Carmen Hernández
http://www.el-nacional.com/papel_literario/Entrevista-curadora-Carmen-Hernandez_0_298170209.html
sábado, 9 de noviembre de 2013
Artista norte americano vinculado al TERRORISMO INTERNACIONAL COMETE ACTOS
pro.fan.ando el PATRIMONIO NACIONAL
Fuentes que prefirieron permanecer anónimas sospechan que el artista norteamericano Raymond Pettibon, vinculado al terrorismo internacional, al espionaje como agente doble, a grupos mercenarios que trabajan para el mejor postor y a lista larga de otros delitos contra la moral y las buenas costumbres, se infiltro en La Galería de Arte Nacional y arremetió contra una Santamaría que se encuentra en una de las salas de esa institución. Entre otros actos vandálicos rayo con brocha gorda estas palabras en ingles:
Fuentes que prefirieron permanecer anónimas sospechan que el artista norteamericano Raymond Pettibon, vinculado al terrorismo internacional, al espionaje como agente doble, a grupos mercenarios que trabajan para el mejor postor y a lista larga de otros delitos contra la moral y las buenas costumbres, se infiltro en La Galería de Arte Nacional y arremetió contra una Santamaría que se encuentra en una de las salas de esa institución. Entre otros actos vandálicos rayo con brocha gorda estas palabras en ingles:
Usted está comprando más que mis obras de arte -
me está comprando el almuerzo
lunes, 4 de noviembre de 2013
martes, 29 de octubre de 2013
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